Nuestra historia
Sibilia es una línea de joyería y objetos hechos a mano nacida en Buenos Aires, donde el metal y la imaginación se encuentran. Fundada por Fernanda Sibilia en 1996, la marca siempre ha desafiado los límites de la artesanía—cortando, soldando, pintando y transformando el bronce en piezas audaces, llenas de color, textura y alma.
Los productos de Sibilia se venden en todo el mundo en exclusivas tiendas especializadas y en reconocidas instituciones culturales, como el MoMA y el Victoria and Albert.
Durante casi 30 años, nuestro trabajo comenzó siempre de la misma manera: dibujando sobre papel y luego dando vida a esas formas en metal. Cada pieza era tratada como si aún fuese de papel, oxidada, esmaltada, pintada o intervenida con nuevas pátinas que convertían al metal en algo fluido, casi vivo.
Un día nos preguntamos: ¿y si realmente las hiciéramos de papel? Esa pregunta abrió un nuevo capítulo. Hoy, el metal sigue siendo el núcleo, pero se combina con papel, pegamento, relleno y algunas técnicas secretas que nos permiten jugar de formas que antes eran imposibles. El resultado es una colección de joyas y objetos con nuevos volúmenes, cuerpos y dimensiones familiares, pero transformados
Sibilia es un taller donde la experimentación nunca se detiene. Fernanda es la fuerza creativa, manipulando materiales como una alquimista, mientras que Julián aporta movimiento y perspectiva a través de móviles, insectos y formas escultóricas. Juntos siguen reinventando lo que la joyería y los objetos pueden ser.
Lúdico, transformador y siempre hecho a mano, esto es Sibilia


La sustentabilidad es un pilar en Sibilia. Solo producimos cuando existe una demanda, lo que significa que no trabajamos con stock: cada pieza comienza a realizarse después de ser pedida. Además, todo el metal sobrante se recicla. La conciencia actúa, el planeta lo agradece.
La colaboración también es esencial. Aunque cada integrante tiene su espacio y sus tareas, todos están al tanto de lo que sucede en el taller. El equipo funciona como una comunidad, donde la interacción enriquece tanto el proceso como el resultado final




Fernanda es el alma mater, fundadora y directora creativa. Durante décadas ha manipulado metales en su taller como una alquimista en un laboratorio. Julián es su sobrino, especializado en móviles, insectos y figuras minuciosas, además de ocuparse de la logística. Fernanda se dedica especialmente a la pintura y las pátinas, expandiendo constantemente la paleta de colores de Sibilia. Juntos, en confianza y armonía, forman un equipo donde la sabiduría y la creatividad fluyen libremente y se convierten en arte.